Un hombre para la eternidad o El hombre de Dos Reinos (A Man for All Seasons en el título original) es una película histórica basada en una obra de teatro de Robert Bolt, guionista también de la película.
Narra los últimos años en la vida del hombre de leyes, estadista, escritor, humanista, traductor y filósofo Tomás Moro (Londres, 1478-1535), uno de los padres del pensamiento político moderno gracias a su libro Utopía.
Ganó 6 premios Óscar: mejor película, mejor director, mejor actor (Paul Scofield), mejor fotografía, mejor diseño de vestuario y mejor guión adaptado.
De 120 minutos de duración, fue dirigida por Fred Zinnemann y protagonizada por Paul Scofield, Orson Welles, Vanessa Redgrave, Robert Shaw, Wendy Hiller, Leo McKern, Susannah York, Nigel Davenport, John Hurt, Corin Redgrave, Colin Blakely y Cyril Luckham. Se estrenó el 12 de diciembre de 1966.
Sinopsis
Para divorciarse de su esposa y poder contraer matrimonio con Ana Bolena, Enrique VIII trata de obtener el favor de la aristocracia. Pero Sir Thomas Moro, un ferviente católico y hombre de confianza del monarca, se encuentra en una encrucijada. ¿Debe actuar de acuerdo con sus ideas, arriesgándose a padecer las iras de un rey corrupto muy dado a ejecutar a quienes considera traidores, o debe ceder ante Enrique VIII, quien no tiene ningún reparo en adaptar la ley a sus necesidades?
Narra los últimos años en la vida del hombre de leyes, estadista, escritor, humanista, traductor y filósofo Tomás Moro (Londres, 1478-1535), uno de los padres del pensamiento político moderno gracias a su libro Utopía.
Ganó 6 premios Óscar: mejor película, mejor director, mejor actor (Paul Scofield), mejor fotografía, mejor diseño de vestuario y mejor guión adaptado.
De 120 minutos de duración, fue dirigida por Fred Zinnemann y protagonizada por Paul Scofield, Orson Welles, Vanessa Redgrave, Robert Shaw, Wendy Hiller, Leo McKern, Susannah York, Nigel Davenport, John Hurt, Corin Redgrave, Colin Blakely y Cyril Luckham. Se estrenó el 12 de diciembre de 1966.
Sinopsis
Para divorciarse de su esposa y poder contraer matrimonio con Ana Bolena, Enrique VIII trata de obtener el favor de la aristocracia. Pero Sir Thomas Moro, un ferviente católico y hombre de confianza del monarca, se encuentra en una encrucijada. ¿Debe actuar de acuerdo con sus ideas, arriesgándose a padecer las iras de un rey corrupto muy dado a ejecutar a quienes considera traidores, o debe ceder ante Enrique VIII, quien no tiene ningún reparo en adaptar la ley a sus necesidades?